«La
plaza de Sevilla, por su clásica y noble arquitectura, por sus proporciones
armoniosas, por su tradición, es sin duda la más bella y sugestiva de las
plazas españolas»
José María de Cossío
Los Toros
La Real Plaza de Toros de Sevilla,
propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, es uno de los templos
fundamentales de la historia de la Tauromaquia, el más bello ejemplo de
arquitectura taurina y un escenario fundamental en la evolución de la Fiesta de
los Toros. Tiene categoría de BIC (Bien de Interés Cultural) y es el tercer
monumento más visitado de Sevilla, después de la Catedral y el Alcázar.
La Real Plaza de Toros de Sevilla se
construyó sobre una elevación cercana al río Guadalquivir, llamada monte del
Baratillo. Cuando se erigió la plaza apenas había construcciones a su
alrededor. Hoy está completamente flanqueada por otras edificaciones, a
excepción de la zona de la fachada principal. Las edificaciones adosadas forman
una manzana casi triangular delimitada por tres calles: paseo de Cristóbal
Colón, Adriano y Antonia Díaz. El edificio de la plaza tiene, tanto exterior
como interiormente, forma de polígono irregular, constando de 30 lados
desiguales, consecuencia de una obra realizada a lo largo de 120 años.
El aspecto externo del coso del Baratillo
nos remite a una arquitectura tardo-barroca, propia de la segunda mitad del
siglo XVIII, apuntando ya hacia el clasicismo, realizada con más gracia que
monumentalidad y en la que sobresale la portada principal, con su cuerpo
inferior de piedra vista, frente al resto de los paramentos revestidos y
mayoritariamente encalados. La puerta principal está delimitada por dos
torreones, con sendas entradas menores adinteladas -de acceso a los palcos de
la Maestranza y de autoridades-, rematadas con curiosa ornamentación de formas
cóncavo-convexas, roleos, molduras, motivos vegetales y lo que parecen ser
coronas.
La estructura fundamental de la plaza de
toros consiste en un primer anillo alrededor del ruedo, que está constituido
por las localidades de barrera y tendido, y bajo las cuales se sitúan, en la
planta baja y en algunas zonas, pequeños locales en los que hay instaladas
algunas dependencias para almacenamiento o uso del público; un segundo anillo,
que comprende en la parta alta la grada cubierta, y en la planta baja una
galería interior de distribución y accesos, de un lado a los tendidos y de otro
a todos los servicios de la plaza (corrales, cuadrillas, desolladero,
enfermería, etc).
Estos servicios se sitúan en un tercer
anillo en el que se encuentran escaleras de acceso a las localidades situadas
en la grada cubierta; en la planta alta, este tercer anillo corresponde a una
zona que en parte comprende amplias azoteas con antepecho y una galería
exterior que da acceso directo a las localidades del piso alto, y otras veces
está ocupada por edificaciones que pertenecen a la sede de la Real Maestranza
de Caballería o son viviendas particulares.
Hacia 1760, la Real Maestranza de
Caballería acometió la empresa de construir un edificio de fábrica, para
sustituir a las plazas provisionales de madera que se habían levantado antes en
el mismo emplazamiento. Se iniciaba así un proceso constructivo que se
alargaría durante 120 años, cubriendo distintas fases y superando serias
dificultades hasta concluir el cerramiento total en 1881.
Se pueden distinguir varios períodos
constructivos desde que en 1730 se recibieran los privilegios reales para poder
construir una plaza de toros.
En 1749 se comienza la construcción de un
coso circular en el monte del Baratillo en sustitución de la plaza de toros
rectangular ubicada en el lugar. Posteriormente, en 1761, se acomete la
construcción por ochavas (equivalente cada ochava a cuatro arcos). Son maestros
de obra en esta primera etapa de construcción Francisco Sánchez de Aragón y
Pedro y Vicente de San Martín. La fachada interior de la plaza, llamada Palco
del Príncipe, se concluye en 1765. Este palco consta de dos cuerpos: la puerta
de acceso a la plaza y por la que salen los toreros triunfadores, y el palco
propiamente dicho, de uso exclusivo de la Familia Real. Está compuesto en su
parte superior por cuatro arcos sobre los cuales descansa una bóveda de media
naranja, que en su parte superior está recubierta por azulejos blancos y
azules. El grupo escultórico que lo remata es obra del escultor portugués
Cayetano de Acosta. El Palco fue realizado para el Infante de España, Felipe de
Borbón, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio.
Dada la prohibición de celebración de
corridas de toros por parte de Carlos III en 1786, se paralizan las obras
dándose por concluidas, aunque sólo se había construido un tercio de la plaza.
De esta etapa es también el antiguo Palco de la Diputación posteriormente
llamado de Ganaderos, situado sobre la puerta de toriles y frente al Palco del
Príncipe.
La cubierta de las gradas de la mitad de
la plaza se termina transcurridos 34 años, a la izquierda y derecha del Palco
del Príncipe; quedando abierta una panorámica de la Catedral y la Giralda desde
la gradería, como quedó reflejado en gran número de estampas de la época.
En 1868 el Palco de la Diputación se
encontraba en tan lamentable estado que se acomete la mejora del mismo,
colocándosele nuevo suelo y una balaustrada de mármol, además del escudo de la Real
Maestranza de Caballería, obra del escultor italiano Augusto Franchy. Se
realiza además la construcción de cinco balcones a cada lado del Palco de la
Diputación, donde actualmente se encuentra el reloj de la plaza.
Finaliza en 1881 la construcción de la
plaza cerrándose completamente la misma, quedando entonces construida en sus
dos terceras partes en cantería y el resto en madera.
Entre los años 1914 a 1915 se reforma el
tendido en piedra sustituyéndolo por otro en ladrillo bajo la dirección del
arquitecto sevillano Aníbal González. Se construyen de nuevo todos los tendidos
con una pendiente más suave. El número de filas de tendido de sombra pasó de
diez a doce y a catorce en los de sol, además de tres filas de barrera. En la parte
superior del tendido de sombra, delante de los palcos, se edifica una fila de
sillones de tendido.
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