martes, 3 de noviembre de 2015

La antigua Audiencia de Sevilla


La Audiencia Territorial ocupa uno de los lados mayores de la Plaza de San Francisco y es junto al patio de la Casa Lonja  uno de los edificios civiles renacentistas más bellos y de mayores proporciones de Sevilla.

En el año 1250, el rey Fernando III concede a la ciudad de Sevilla un ordenamiento jurídico y autoridad suficiente para impartir justicia.

Ya desde el siglo XIV se sabe que existe en este solar una sala para ejercer esta función, siendo el juez de grado Rui García de Santillán quien consigue una casa en la plaza de San Francisco para su servicio.

Con los Reyes Católicos se instala la Audiencia de Grados, que dependía de la Real Chancillería de Granada, siguiendo su planteamiento iniciado para la reforma de la justicia. En 1553 se funda la Real Chancillería de Sevilla, independiente de la anterior, lo cual lleva a la ampliación del edificio.

La Audiencia Territorial ocupa uno de los lados mayores de la Plaza de San Francisco y es, junto con el Ayuntamiento, lo único que se conserva del histórico conjunto urbano. Fue construida en estilo manierista y junto al patio de la Casa Lonja es uno de los edificios civiles renacentistas más bellos y de mayores proporciones de Sevilla.

Tradicionalmente se ha venido afirmando que la construcción del edificio de la Real Audiencia formó parte del nuevo proceso de formalización urbanística de la Plaza de San Francisco en el siglo XVI, iniciado con la construcción de las nuevas Casas Consistoriales proyectadas por Diego de Riaño en 1526. Este edificio fue uno de los más tardíos en experimentar su transformación al leguaje renacentista, transformación que se inició, al igual que la Chancillería de Granada, desde dentro hacia fuera a finales del siglo XVI.

El edificio es de planta cuadrangular y tres pisos de altura, con zaguán y patio alrededor del cual se distribuyen las estancias. Entre las salas que lo rodean destaca la que en tiempos pasados se denominaba el Salón de Acuerdos. En uno de sus laterales alberga la monumental escalera de acceso al cuerpo superior, con zócalos de azulejos. El inmueble acoge en su interior una rica colección de pinturas, de azulejos, frisos con decoración plateresca y puertas de madera tallada.

La fachada principal se divide en tres plantas separadas horizontalmente por una cornisa corrida. Y estructurada verticalmente por pilastras de órdenes superpuestos que dividen los espacios en altura en dos, tres y cuatro vanos. El cuerpo bajo con grandes ventanales rectangulares con orejetas, el segundo cuerpo con balcones rematados por frontones triangulares coronados por bolas y el tercer cuerpo con vanos de medio punto flanqueados por columnas corintias, rematándose el conjunto por un antepecho abalaustrado con bolas y flameros.

La portada se encuentra situada en el centro de la fachada principal y ocupa los tres cuerpos de altura. El tercer cuerpo parte de una cornisa y presenta un escudo de los Austrias con el águila bicéfala.

La renovación de la fachada del edificio medieval no se inició hasta 1605, al hallarse derribada, el Ayuntamiento propuso retranquear el edificio para mejorar la regularización de la plaza. A falta de documentación la autoría de las obras del patio y de la fachada se han atribuido a diversos arquitectos, principalmente a Hernán Ruiz, Vermondo Resta y Alonso de Vandelvira.

La antigua Chancillería, actual Audiencia, es uno de los edificios de administración pública del siglo XVI más hermosos que se conservan en la ciudad de Sevilla. Mandada a construir por Felipe II entre 1595 y 1597, se terminó en 1606. El edificio ha sufrido diversas transformaciones en los siglos XVIII XIX y XX.

Durante el siglo XIX se realizaron diversas obras que fueron alterando la fisonomía de la fachada. A partir de 1818 se trasladó la portada y balcón principal al centro del edificio. En 1842 se remató la fachada con un reloj y una escultura de San Saturno, creándose un nuevo zaguán de entrada al patio principal; derribándose la cárcel ubicada a la izquierda de la Audiencia, Cárcel de Olivares, en el año 1858 debido a su mal estado de conservación Con posterioridad, en 1861, fue suprimida la torre ante la amenaza de ruina.

La última reforma se realizó en 1918 tras un incendio que destruyó parte de las cubiertas, siguiendo el proyecto de Aníbal González. A partir de estas reformas el edificio tomó un aspecto similar a la Universidad de Alcalá de Henares. Por último el edificio fue sometido en 1970 a una serie de reformas proyectadas por Rafael Manzano Martos, con el fin de adaptarlo a sede central de la Caja de Ahorros de San Fernando y sede actual de la caja de ahorros Cajasol de Sevilla.

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